Como cualquier aspecto en lo que al mundo de los negocios se refiere, las estrategias de marketing deben ser debidamente planificadas dado que llevarlas adelante no sólo requieren una inversión importante en términos de capital humano, dinero y tiempo, sino que la improvisación podría terminar por dañar la imagen y reputación de la marca.
El marketing en redes sociales, en consecuencia, no es la excepción a esta regla y debe tener una estrategia subyacente que la haga eficiente y minimice tropiezos inesperados.
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Muchas empresas y marcas son las que hoy en día adoptan las redes sociales con la finalidad de hacer sentir su presencia en las mismas pues, después de todo, estas quieren estar donde cada día millones de usuarios están. Es por esto que en Tiempo de Negocios queremos darte herramientas para identificar y evitar errores comunes en las estrategias de marketing:
Un error común es tratar a todas las redes sociales como si todas fuesen la misma cosa. Sí, una imagen o un vídeo pueden utilizarse en varias redes de forma simultánea, pero pretender que todo el contenido de una publicación pueda ser exactamente replicado siempre a lo largo de todas las redes sociales es incorrecto.
Más allá de las restricciones obvias en algunas redes, como los 140 caracteres de texto en Twitter, cada una de las redes en las que entremos debe tener su propio plan y el contenido publicado debe adaptarse para cada una de ellas. En este sentido, no sólo lo que publicas se percibe de forma distinta en cada una de las redes, sino que además la interacción del público con el contenido es diferente en cada red.
En consecuencia, el contenido debe ser adaptado a cada plataforma a la que se pretenda acceder, considerando no sólo las particularidades de cada red, sino los objetivos específicos y el público que se tenga en cada una.
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No estar preparado para la interacción
La interacción es uno de los aspectos fundamentales de las redes sociales, pero muchas veces las marcas que entran a las mismas no están preparadas para esto. En este sentido, muchas empresas son las que simplemente se limitan a hacer publicaciones y actualizaciones, pero no participan en ninguna conversación, reduciendo así el valor y potencial de su presencia en las redes.
El contenido que publiques debe generar interés de los seguidores, buscando crear respuestas desde un “Me gusta”, pasando por un comentario y llegando hasta que reproduzcan o compartan tu contenido. Asimismo, debe buscarse momentos oportunos para intervenir en conversaciones y respondiendo a comentarios para crear un mayor impacto.
Además, toda marca en redes sociales debe tener una estrategia clara para gestionar preguntas a través de las redes, en tanto no sólo no se ve bien que no se responda a alguien que interactúo contigo, sino que podría estarse perdiendo una oportunidad de crear un vínculo que resulte en una venta. Más aún, la estrategia debe incluir líneas generales en caso de recibir quejas y reclamos a través de alguna red social, en tanto dejarlas sin respuesta –o una pobre gestión de las mismas- puede dejar una gran mella en la reputación de las marcas.
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No establecer (ni medir) KPIs
Como toda estrategia de marketing, la actividad que lleves adelante en las redes sociales debe tener objetivos claros que puedan ser cuantificados y monitoreados. En este sentido, si no se dispone de ningún punto de referencia para conocer si la estrategia está siendo exitosa, no sólo se está perdiendo la posibilidad de conocer el alcance y aceptación que ha tenido nuestras publicaciones y estrategia en general, sino que no podrán hacerse los ajustes que sean requeridos en el tiempo.
Al ocurrir en un entorno totalmente cibernético, las redes sociales permiten la posibilidad de cuantificar casi todo lo que ocurre, incluyendo la posibilidad de utilizar herramientas de análisis de datos que permitan identificar fácilmente tendencias y comportamientos que podrían ser de utilidad.
Es muy común ver cómo muchas marcas generan varios perfiles en cada una de las redes sociales a fin de lograr hacer una mejor segmentación de estrategias por productos, ubicación geográfica, idiomas y muchas otras. En sí mismo esto no es un problema, siempre y cuando la creación de una nueva cuenta sea pertinente y su manejo adecuado.
Al incrementar la cantidad de cuentas se multiplicará la cantidad de trabajo asociado a cada una de ellas, incluyendo publicaciones que crear, preguntas y comentarios que atender, desempeño que medir y quejas que gestionar. Es por ello que antes de crear una nueva cuenta debes preguntarte si realmente es pertinente hacerlo y que no terminará siendo un espacio sin actividad con el pasar del tiempo.
El generar varias cuentas debe ser un proceso acorde al alcance real que tenga tu marca a fin de evitar desperdiciar recursos y esfuerzos. No crees una cuenta específica para un solo producto si realmente este no tiene mucho alcance o no tengas demasiado que decir al respecto, ni te lances a la aventura de crear una cuenta en un idioma que no sea relevante para tu negocio sólo por hacer alarde de las últimas habilidades que adquiriste en tu curso de idiomas.
Además, procura cerrar aquellas cuentas que estén en desuso e identificar como oficiales las cuentas siempre que sea posible, incluyendo una referencia directa desde tu portal web. De esta forma evitarás que algún malintencionado se haga pasar por tu empresa en las redes, o que terminen siguiendo a un fanático que use tu nombre.
Tener presencia en las redes sociales es algo vital hoy por hoy. Sin embargo, no se trata de simplemente tener presencia en redes, se trata de desarrollar una estrategia en ellas. Tal como cualquier buen piloto de aviones, debes tener un plan y una ruta clara para minimizar los riesgos de desastres.
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.