Aparte de todos los conocimientos técnicos necesarios para desarrollar tu actividad profesional de poco van a servir si no lo acompañamos de habilidades directivas que nos ayuden a ser creíble y así poder dirigir a un equipo hacia los objetivos marcados desde un inicio. Habilidades como liderazgo, imagen o trabajo en equipo pueden marcar diferencias y hacer que toda una empresa reme en una sola dirección.
TIPOS DE HABILIDADES DIRECTIVAS
Antes de empezar con las claves para potenciar tus habilidades es bueno saber en qué direcciones se puede trabajar:
– Habilidades técnicas: Usar las herramientas e instrumentos necesarios para organizar trabajo, planificar y presentar propuestas.
– Habilidades humanas: Saber interactuar y empatizar con tu equipo de trabajo.
– Habilidades conceptuales: Crear y desarrollar ideas, resolver problemas…
VÍAS SÓLIDAS PARA POTENCIAR TUS HABILIDADES DIRECTIVAS
1- Todo el pensamiento debe ser estratégico: Siempre antes de empezar con un proyecto hay que hacerse las preguntas adecuadas: cuales son los objetivos, ventajas competitivas, tiempos de entrega…todo debe seguir unas directrices para no acabar trabajando de forma desordenada.
2- Destruir todo aquello que sea ausencia de objetivos, falta de información, falta de interés, parálisis por exceso de información, intuición o seguimiento a la mayoría.
3- Seguir un «embudo» productivo para la toma de decisiones:
– Recaptación de información……Análisis……Construir una postura sin precipitarse…….Comunicación ordenada de la decisión
4- Saber fijar tus plazos personales y sobretodo respetarlos: Hay que auto exigirse plazos para poder avanzar adecuadamente. El hecho de tener que cumplir con nosotros mismos tiene que ser motivo suficiente como para esforzarse al máximo.
5- Aprende a delegar de forma organizada: No vale solo hacer de «crupier» de tareas y repartir para vaciarte la mesa. El volumen de trabajo a cada persona, la estimulación del equipo para que cumplan y la posterior supervisión debe ser también estratégica y tener un sentido visto desde fuera. Hay que dar una imagen de control y orden.
6- Róbale tiempo a la rutina para analizar tu ecosistema de trabajo a lo lejos y ver que puedes optimizar. El coger perspectiva ayuda mucho a volver a coger fuerza en la dirección adecuada.
7- Encuentra tu «punto medio» de rendimiento: Tienes dos trampas a las que no debes dejar asomar porque te van a cazar rápido:
– Sobre excitación: Las ganas que tenemos de sentirnos productivos o la falta de organización puede desembocar en esto, y de forma sostenida nos va a desgastar mucho a medio plazo.
– Dejadez: Ya puede ser falta de interés o porque se nos ha subido el ego, sea como fuere, es una mala acompañante para el camino que queremos recorrer.
8- Conseguir crear hábitos efectivos en 3 pasos:
– Plantearlos de uno en uno.
– Que sean cambios medibles y palpables.
– Repetirlo con la máxima intensidad durante 21 días.
9- Consigue comunicar positivismo y motivación a tu gente más cercana para lograr construir una imagen sólida y poder invitar a tu equipo de forma humilde y honesta a que mejoren.
10- Sé generoso con el esfuerzo ajeno e implacable con los «vagos»: no puedes dejar la oportunidad de premiar a la gente comprometida y recriminar con fuerza a aquellos que no muestran ni una pizca de interés por el bien común.
Todas estas prácticas pueden ayudar a sacar tu mejor versión siempre y cuando haya un deseo real por mejorar y que nos podamos sentir orgullosos del trabajo realizado, al fin y al cabo, esa es la mejor sensación y compensa todo aquello por lo que hayamos tenido que pasar.
Cuáles son para ti aquellas prácticas que podemos seguir para mejorar las habilidades directivas?
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