rquitectura: «Arte de proyectar y construir edificios. Diseño de una construcción. Conjunto de construcciones y edificios». Ingeniería: «Conjunto de conocimientos orientados a la invención y utilización de técnicas para el aprovechamiento de los recursos naturales o para la actividad industrial». Si atendemos a las definiciones del diccionario, rápidamente podremos comprender que la arquitectura y la ingeniería acompañan al ser humano desde que está sobre la Tierra.
El ser humano ha tenido desde siempre la necesidad de resguardarse del frío, de construir un espacio donde darse cobijo a sí mismo y a su familia, y de construir estructuras que le permitan relacionarse con los demás, desplazarse, realizar tareas cotidianas u honrar a sus muertos o a sus dioses.
En este sentido, es evidente, no obstante, que la arquitectura y la ingeniería han evolucionado, y que hemos pasado de los diseños primitivos de refugios naturales apenas adaptados a la actividad humana, a complejas edificaciones diseñadas y levantadas gracias a la ayuda de computadoras y programas informáticos. Para adquirir los conocimientos y los títulos habilitantes de la profesión, es necesario cursar carreras universitarias y, después o simultáneamente, complementarlos con cursos de arquitectura e ingeniería que proporcionan las habilidades y destrezas necesarias en un entorno que evoluciona con mucha rapidez.
Índice del contenido
El origen de la arquitectura
La arquitectura nació en la Prehistoria, a partir de que los grupos humanos empezaron a desarrollar un estilo de vida sedentario. Con los asentamientos surgen las primeras estructuras permanentes de carácter simbólico, como los dólmenes.
A medida que las sociedades evolucionaban, así lo hacían también sus edificaciones e infraestructuras. Así, nos encontramos con el legado de espectaculares obras arquitectónicas del antiguo Egipto, como las pirámides, templos y zigurats, y con ciudades que muestran un perfeccionamiento que han permitido su conservación hasta la actualidad, como el caso de Petra, en Jordania.
No hay duda de que los romanos y los griegos fueron los primeros grandes arquitectos, sentando las bases de la arquitectura clásica e introduciendo estructuras de ingeniería civil como los acueductos o el saneamiento de las ciudades. De esta época data también la introducción de un elemento clave en la edificación: el cemento.
La rápida evolución en el siglo XX
Ya en nuestra época, se calcula que el peso de la arquitectura y la construcción ha sido tal que una tercera parte de los materiales que la Humanidad ha desplazado en el siglo XX ha sido para la construcción.
También en el siglo XX se introdujo una novedad sustancial: los ordenadores y programas informáticos, que han facilitado enormemente el cálculo complejo. Gracias a este soporte, ha sido posible vincular los distintos elementos que conforman una edificación, y proyectar gráficamente de forma sencilla todos los elementos arquitectónicos, obteniendo mejores visualizaciones.
De esta forma, la arquitectura y la ingeniería han contado con una herramienta muy útil para adaptarse a las demandas cada vez más exigentes del mercado. Para ello, es también necesaria una formación de calidad, y por ello son cada vez más los arquitectos e ingenieros que, después de terminar la carrera, realizan cursos y másteres en alguna especialidad: gestión de proyectos, manejo de programas informáticos, mediciones, estructuras… Hay una amplia variedad de cursos para que puedan mantener el rápido ritmo de evolución que marcan, hoy en día, la Arquitectura y la Ingeniería de la construcción.
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