Los emprendedores y nuevos empresarios a menudo tienen un gran reto por delante a la hora de poner en marcha un negocio por primera vez. Se trata de una tarea que puede llegar a ser muy gratificante a medio o largo plazo, pero que puede presentar cantidad de dificultades antes de “arrancar” y tenerlo todo a punto para poner a funcionar la marca. Cada vez más personas apuestan por las empresas inactivas para hacer este comienzo mucho más sencillo y por la cantidad de ventajas que presentan.
¿Has oído hablar de las Sociedades Limitadas ya Constituidas para los nuevos empresarios o los emprendedores? Son soluciones perfectas para tener un negocio totalmente legal y funcional en tiempo récord. Aquí te lo contamos todo sobre la adquisición de estas empresas.
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Las Sociedades Limitadas ya Constituidas como solución efectiva
Las Sociedades Limitadas ya Constituidas son empresas que ya han sido creadas en su totalidad y que permanecen inactivas. Adquirir una de ellas permite ahorrar una gran cantidad de trámites legales, burocráticos y bancarios para que el negocio sea constituido y pueda empezar a funcionar. Te lo dan todo hecho y listo para que ganes dinero con tu negocio prácticamente desde el primer día.
Estas se pueden adquirir hoy en día de una forma segura en sitios especializados, en ellos se encuentran amplios catálogos de todo tipo de sociedades que ya están registradas y que solo necesitan un emprendedor que quiera dar uso de ellas. Se está consagrando como una de las alternativas más interesantes para empezar un negocio desde cero.
Los beneficios de apostar por las Sociedades Limitadas ya Constituidas
Hemos aludido a la practicidad y lo manejable de adquirir las empresas que permanecen inactivas para los nuevos empresarios, pero, a efectos reales, ¿cuáles son sus beneficios? Aquí te los mostramos.
La inversión inicial
A la hora de crear una empresa desde sus cimientos y constituir una sociedad es imprescindible realizar una inversión inicial para ponerla en marcha. Esto puede ser costoso para los emprendedores y también llegar a retrasar todos los trámites. Cuando se adquiere una de estas sociedades, la inversión ya fue efectuada y todo está listo para empezar, el coste se va a limitar a hacer la adquisición de la empresa sin otros gastos derivados de ello.
Sin esperas
La inversión inicial, la creación de una cuenta de empresa y la elaboración de toda la documentación necesaria va a demorar la apertura de un negocio en todos los casos. Cuando se compra una empresa inactiva, las cuentas bancarias, previamente ya creadas, van a pasar a las manos del nuevo dueño y se podrán usar desde el primer momento para hacer operaciones y sacar rentabilidad.
El registro
Las nuevas empresas se deben inscribir en el registro mercantil para dar constancia de ellas y que puedan tributar correctamente. Esto va a hacer que la competencia pueda comprobar que has empezado una actividad empresarial, algo que se hace mucho más discreto en las empresas inactivas que ya están registradas.
La legalidad asegurada
Con todo lo anterior, el nuevo propietario se asegura de contar con una sociedad perfectamente funcional y legal, que ha seguido todos los trámites necesarios para su puesta en marcha. Esto da una gran tranquilidad y evita la necesidad de realizar consultas con abogados o administrativos.
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.