En estos tiempos de incertidumbre, muchas pequeñas y medianas empresas van a necesitar recurrir a dinero ajeno para financiarse. Ya sea para su lanzamiento, para un crédito para invertir o para solventar una escasez puntual de liquidez, el recurso a la financiación ajena es imprescindible en el funcionamiento de cualquier negocio.
Tradicionalmente, toda la financiación pasaba por los bancos o las cajas de ahorro. Las ideas de negocio y la financiación de la empresa estaban sujetas a los criterios de las entidades de crédito, que podían denegar el crédito y, con ello, acabar con una idea prometedora o cercenar las posibilidades de supervivencia de un negocio.
Hoy eso ha cambiado. Existen fórmulas alternativas a los bancos para financiar un negocio. Sólo por citar algunas, aquí te hablaremos de tres: los créditos online, el crowdfunding y los préstamos del ICO. No es una lista exhaustiva, pero sí suficiente para comprobar que hay posibilidades de financiación más allá de sentarte con un gestor de banco y rellenar complejos formularios que muchas veces no llevan a nada.
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Préstamo online
Un préstamo online sirve obtener una liquidez inmediata. A diferencia de los préstamos de un banco, no requiere pasar por los trámites a veces farragosos antes de obtener la tarjeta de crédito o solicitar un préstamo. Al contrario, la característica de este tipo de préstamos es que se obtienen de manera ágil, rápida y sencilla. Se trata de préstamos seguros, pero más rápidos y fáciles de obtener que los créditos bancarios. Eso sí, no deja de ser un préstamo y deberás observar siempre las condiciones del mismo.
Es habitual usar está fórmula para hacer frente a gastos imprevistos que no sean de gran cuantía. Por eso, pueden recurrir a ella pequeñas empresas que han sufrido un bajón de facturación transitorio o que han sufrido un gasto imprevisible. En estos casos, la rapidez en obtener el extra de liquidez es lo más importante. La agilidad está garantizada porque la tramitación es online, y suelen ofrecer una calculadora para calcular la cuota mensual de devolución.
Crowdfunding
Gracias al crowdfunding o micromecenazgo se han hecho realidad proyectos e ideas que, de haber tenido que pasar por los criterios estrictos y (a veces) anquilosados de un banco, muy probablemente no hubieran visto la luz. El micromecenazgo es una red de financiación colectiva que permite dar apoyo económico a un proyecto, generalmente vía online. A cambio, las empresas y proyectos que se financian ofrecen recompensas a sus mecenas.
Tanto en este caso como en el de la financiación online, Internet permite prescindir de la labor de intermediación que normalmente realizaban las entidades financieras. Se trata de un modelo en boga y muchas startups de éxito están surgiendo gracias a este modelo. El crowdfunding recaudó en España 159,69 millones de euros en 2018, un 57% más que un año antes, según un estudio de Universo Crowdfunding en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid. Por su parte, el portal Statista estimaba que ese mismo año las campañas de crowdfunding lograrían reunir unos 7.990 millones de euros a nivel mundial.
Créditos ICO
Por último, para cantidades más importantes (hasta 12,5 millones de euros) hay que tener en cuenta al ICO (Instituto de Crédito Oficial). Se trata de una entidad pública que ofrece líneas de financiación a empresas, autónomos y emprendedores en condiciones ventajosas. El plazo de amortización va de uno a veinte años, y la entidad de crédito solo puede cobrar una única comisión al inicio de la operación, además de, en su caso, la de amortización anticipada
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.