En ciertos tramos de tu vida puedes llegar a tener cierta sensación de desorden a corto plazo así como tu estrategia profesional a largo plazo. Algunos de estos síntomas podrían ser estos:
– Nunca llegas al 100% de las tareas, vas con la lengua fuera y con la sensación de necesitar el doble de horas
– Te vuelves 100% reactivo a los acontecimientos. Vives apagando fuegos y sin posibilidad de planificar nada
– Llevas años sin poder dedicar tiempo a nada estimulante. Esos cursos de formación que querías hacer, mirar de aplicar en alguna oferta de trabajo que te pueda llenar mas o empezar a emprender con una idea que tuviste hace meses.
En temas de productividad personal somos la mayoría grandes expertos en enviar a nuestro cerebro frases equivocadas:
– «Esto es imposible de hacer» al decir esto internamente nuestro cerebro deja de pensar en soluciones
– «Sé que cambiar esto parece complicado pero, como lo podría hacer?» Ahí tu cerebro se pone en marcha
«SI SOMOS CAPACES DE ALINEAR NUESTROS CONOCIMIENTOS, CAPACIDADES Y DESEOS, PODREMOS CREAR HÁBITOS PRODUCTIVOS QUE NOS AYUDARÁN EN LA CONSECUCIÓN DE OBJETIVOS»CLAVES PRÁCTICAS PARA SER MÁS EFICACES
Una vez alineados estos 3 elementos, podemos poner en práctica algunos consejos prácticos:
1- Radiografía completa de tu situación actual: si quieres cambios primero hay que saber bien que quieres cambiar. Si puedes durante unos días haz anotaciones de todo lo que has hecho y el tiempo que has dedicado a cada tarea o actividad. Así tendrás una fotografía clara de lo bien o mal que aprovechas el tiempo.
2- Localiza tus «AAR»: en cualquier manual de productividad encontrarás un apartado donde se habla de priorizar las tareas importantes. Las AAR son las actividades de alta rentabilidad. Una vez las tienes lo importante es construir nuestra hoja de ruta alrededor de ellas. Todo lo demás es lo que es modificable.
3- Diseña tu propia filosofía +1: si realmente te lo propones puedes hacer deporte 1 vez a la semana, aprender 1 expresión en inglés al día, asistir a 1 evento interesante cada mes o leer 1 libro de referencia cada 15 días. Encuentra 3 acciones pequeñas pero importantes que puedas llevar a cabo cada día y crea un hábito sólido. Los pequeños cambios son muy poderosos!
4- Utiliza herramientas productivas que aligeren el trabajo: tenemos multitud de herramientas para ser más organizados y ganar en eficacia. Google calendar, evernote, hootsuite…encuentra las que te sean más útiles y araña unos cuantos minutos cada día.
5- Aprende a decir NO cuando sea necesario: cuantas veces habremos diseñado todo lo que hay que hacer un día para ir bien, llega alguien con algún imprevisto «urgente» y se va todo a tomar viento. Dí que NO, discúlpate y sigue con paso firme.
6- Elimina la filosofía de la queja constante: no nos damos cuenta y perdemos mucha energía y tiempo en gritar a los 7 vientos lo injusto que es todo. Si invertimos fuerza y carácter en aportar soluciones todo se hará mas llevadero.
Lo más importante de todo es saber para qué queremos los cambios y mejoras en productividad. Son para tener más tiempo libre? Para ganar más dinero? Para plantear escenarios más ambiciosos? Pare ello, resulta muy saludable plantearse estos puntos:
– ¿Donde quiero estar dentro de 5 años?
– ¿Cuáles son mis objetivos a largo plazo? y a corto plazo?
– ¿Qué elementos son los que me irritan y no me permiten ser más productivo?
– ¿Cuáles son mis habilidades? Cómo las puedo explotar mejor?
– ¿Cuáles son mis debilidades? Cómo puedo hacer que no se noten mucho?
En las respuestas a estas preguntas se encuentra nuestro verdadero plan de productividad y eficacia.
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.