El teletrabajo ha llegado para quedarse, para suerte de muchos… y desgracia de otros. Pero lo que no saben algunas personas de este segundo grupo es que, en realidad, su mala relación con el teletrabajo quizás se deba a una inadecuada gestión de esa gran oportunidad laboral. Por eso, en estas líneas damos algunos consejos que les ayudarán a desarrollar esa actividad en casa o en cualquier otro lugar.
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Repensar el espacio
A la hora de teletrabajar, cada elemento del mobiliario cuenta: el escritorio, la base elevadora para el monitor, el archivador de documentos… Y, sobre todo, la silla, que debe ser cómoda y ergonómica, puesto que lo normal es pasar en ella muchas horas. En este sentido, sitios web como ofisillas especifican en sus fichas de producto cuántas horas de uso al día puede ofrecer cada modelo.
Evitar distracciones
A menudo, el gran enemigo de un teletrabajador es… el propio teletrabajador. O mejor dicho, las distracciones en las que incurre. Para evitarlas, son muy útiles las distintas técnicas que potencian la concentración. La más famosa es, quizás, la técnica Pomodoro, creada por el italiano Francesco Cirillo a finales del siglo XX. Según esta técnica, conviene dividir el tiempo entre intervalos de trabajo intenso sin distracciones y descansos breves, que deben respetarse a rajatabla.
Dotarse de un buen equipo
Para teletrabajar es fundamental tener un buen equipo. Resulta complicado decir qué es un “buen equipo”, pero de forma general se puede decir que es aquel que te sigue el ritmo. En el momento en el que tu ordenador lastra tu ritmo de trabajo, ha llegado el momento de cambiar. Y no lo concibas como un gasto, sino como una inversión que te hará ser más productivo.
Seguir una rutina
Resulta de gran ayuda seguir una misma rutina cada día de trabajo, tanto antes como durante e incluso después de la jornada. Te dará estabilidad, seguridad y confianza. O dicho de otra manera: cuanto más te alejes de ella, mayor sensación de caos e improductividad experimentarás.
Evitar sensación de soledad
Para muchos, el gran handicap de teletrabajar es la falta de interacción social con otras personas, ya sean compañeros de trabajo, clientes, proveedores, etc. Pero si te lo propones, puedes añadir ese componente social a la mencionada rutina de cada jornada o, al menos, a la rutina semanal: pausas para comer con personas de tu entorno, quedadas afterwork o, en el peor de los casos, videollamadas grupales con un ambiente distendido.
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.