Una startup, sobretodo en sus etapas iniciales, se caracteriza en la mayoría de ocasiones por:
- Escasez de recursos económicos propios.
- Poco histórico en el mercado donde opera.
- Algunas personas del equipo aún no trabajan «full-time» en el proyecto.
- Las vías de ingreso aún no están del todo validadas.
Por lo tanto, la productividad en una startup es absolutamente necesaria para no malgastar los pocos recursos de los que dispone una empresa joven.
LAS 6 CLAVES PARA CONSTRUIR UNA STARTUP 100% PRODUCTIVA
Si tus preocupaciones van orientadas a sacar el máximo provecho de los recursos existentes puedes anotar lo siguiente:
- Herramientas en la nube comunes: Es muy posible que al principio no podáis estar todos juntos en una misma oficina, así que escoger buenas herramientas de trabajo es importante. Aparte que sean las mismas para evitar duplicidades de trabajo. En esta área te recomiendo 3: Google drive (para compartir documentos), Evernote (para hacer anotaciones y para seguimiento de reuniones) y skype (para poder hacer video llamadas en grupo). Sencillas y fáciles de usar.
- Optimizar al máximo las reuniones presenciales: Para conseguir esto te hago 3 recomendaciones muy sencillas. La primera es que se convoquen las reuniones que sean absolutamente necesarias (al querer hacer reuniones periódicas fijas se corre el riesgo de que algunas sean improductivas). En segundo lugar, marcar un guión de forma previa, así se logra más rapidez para entrar en materia. Por último, que dichas reuniones tengan una duración determinada.
- Delimitar bien las funciones operativas dentro del grupo de trabajo: Para hacer el reparto de las funciones básicas dentro del día a día de una startup se debe tener en cuenta factores como el nivel de implicación de cada trabajador o socio, habilidades personales y orden de prioridades dentro de la estrategia general de la startup.
- Resolver las cuestiones relacionadas con el liderazgo: Aquí digamos que hay dos caminos claros y que suelen ser los viables dentro de una startup productiva. El primero consiste en nombrar a un CEO, cuyas funciones principales en esta materia serán desatascar situaciones de conflicto interno y tomar la última decisión en los escenarios donde no ha podido haber un consenso previo. El segundo camino podría ser el nombramiento de responsables «estratégicos» en cada una de las áreas importantes de la startup: CTO (director tecnológico), CFO (director financiero) CMO (director de marketing) y COO (director de operaciones) por ejemplo. Estas personas tomarán las decisiones oportunas en sus respectivas áreas.
- Cumplir con los «deadlines» a toda costa: Una startup es una nueva empresa de carácter tecnológico inmersa en una carrera por alcanzar una situación de viabilidad del propio negocio y finalmente ser rentable. Siendo así, los plazos de entrega y las fechas límite son como «el santo grial» para alcanzar la productividad. Debe haber un compromiso inquebrantable por parte de los integrantes de la empresa para evitar demoras innecesarias.
- Trabajo mediante objetivos vs tiempo: Es muy saludable tener claro que el tiempo invertido en un proyecto en verdad no es una variable a tener tan en cuenta si no se trabaja por objetivos. La consecución o no de objetivos es lo único que determina si el tiempo ha estado bien invertido. Las horas empleadas no son garantía de nada.
El hilo conductor de estos 6 puntos clave es la motivación. De ahí que la figura de un motivador se hace indispensable. En las empresas de éxito siempre hay alguien (alguno de los socios fundadores o en un defecto un CEO) quien coge este rol motivador buscando sacar lo mejor de cada integrante de un equipo, que si trabaja como tal, será 100% productivo.
¿Qué es lo importante para ti en una startup productiva?
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.