Más allá del logotipo: la imagen corporativa en reuniones telemáticas

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Más allá del logotipo: la imagen corporativa en reuniones telemáticas

Entre otros, proyectar una buena imagen profesional es un factor que determina claramente el resultado de un negocio. Además de nuestro aspecto, detalles como el tipo de webcam que utilizamos pueden marcar la diferencia. Y es que proyectar una imagen virtual de buena calidad es también un síntoma de confianza y, sobre todo, credibilidad.

Entre la filosofía de empresa y su imagen profesional

Por más que cueste aceptarlo o menos, la realidad es que el poder que ejerce una buena impresión sobre la percepción de los demás es indudable. En el mundo empresarial, y aunque existan empresas cuyo sentido de la autoproyección más allá del producto en venta diste de ser atractiva, cuidar o no de los detalles puede determinar el resultado de un negocio. Esto, por supuesto, no implica necesariamente que llevar corbata u obedecer a ciertos códigos de vestimenta o de conducta sea un imperativo escrito en piedra. Si no, más bien, quiere decir que todo aquello que contribuya a que el receptor perciba una atmósfera de profesionalidad marcará la diferencia.

Además de una espectacular imagen corporativa, así como de un leitmotiv cromático o temático que relacione directamente nuestro negocio a algún parámetro distintivo de branded content, poner atención a los detalles también nos inmiscuyepersonalmente. En ese sentido, elementos cuya necesidad a menudo no es entendida como importante deben tenerse muy en cuenta. En el contexto de distanciamiento social actual, con un especial hincapié en las videoconferencias en tiempos de pandemia. Donde optar por una camara de laptop de calidad por encima de reconocernos a duras penas en una imagen poco nítida es una inversión asequible, pero sobre todo justificada.

Cuestión de profesionalidad, confianza y credibilidad

Durante estos dos últimos años de inquietud pandémica, las restricciones se han sentido crujir en todo el tejido productivo global. Además de suponer un alto a la producción, frustrando el encuentro físico entre personas a fin de evitar los contagios. A raíz de ese mismo distanciamiento social son muchos los trabajadores que se han sumado al trabajo telemático, teniendo que dirigirse a sus compañeros, jefes o empleados a distancia mediante su smartphone o webcam. Las redes han sido testigo de todo tipo de situaciones. Desde empleados disfrazados para amenizar la nueva normalidad hasta hilarantes momentos domésticos. Pero, en especial, mala calidad visual casi siempre.

Si bien la calidad de una cámara web no tendría por qué comprometer el sentido primero de la llamada, el mensaje —y, sobre todo, entre la “familia” que son los compañeros de trabajo—, hay que tenerla en cuenta en las reuniones. De lo contrario, podríamos proyectar la impresión de que no depositamos la atención suficiente a algo tan importante como la claridad; en este caso, visual. Como ya se ha mencionado, dar una buena imagen, también telemática, es indispensable para, a su vez, proyectar confianza y credibilidad. Razón por la que las cámaras web empresariales son necesarias no en pandemia, si no siempre que sea posible.

Aunque, para algunos, invertir en calidad visual cuando lo “verdaderamente importante” es la reunión en sí misma pueda parecer excesivo, basta con saber que la mirada juiciosa siempre está ahí. Especialmente, con esos detalles que, de primeras, tildamos de poco relevantes para alcanzar un objetivo empresarial. Tanto es así que, de no disponer de una calidad decente en videoconferencia podríamos dar a entender que tampoco dedicamos atención a otros detalles de la empresa en sí. ¿Cuál será el control de calidad estética sobre un producto de un negocio que no la toma en serio en las reuniones? Por más inverosímil que pueda parecer, la realidad es que todo suma.

Proyectando una imagen profesional en todas partes

Como se ha mencionado, vestir traje y corbata no debe marcar necesariamente las capacidades de un individuo. Del mismo modo que tampoco lo hace un uniforme, aunque en ambos casos su contribución a unificar, compactar o homogeneizar a todo un conglomerado de compañeros en un solo cuerpo productivo ayude a solidificar la armonía filosófica y visual de una empresa. Cuanto a códigos de vestimenta, poco hay que decir salvo el que dicte la empresa, pero sí es necesario mostrar un aspecto correcto, que inspire confianza y pulcritud sin disolver el estilo propio o nuestra personalidad y, por tanto, humanidad.

Eso sí, tanto en reuniones por videoconferencia sea tanto des del home office como con otros empresarios, socios o clientes, la calidad debe ser impoluta, así como lo deben ser las prestaciones de nuestra webcam. En el mercado, por fortuna, podemos encontrar firmas como Logitech, cuyas videocámaras empresariales, además de una calidad perfecta a 1080p, disponen de otras características que marcarán la diferencia. Superando las capacidades de audio y video de la mayoría de laptops, contando con un sistema de autoenfoque que nos haga aparecer nítidos en todo momento, así como un sonido profesional y un campo visual de 78º otorgándonos un encuadre perfecto.

Asimismo, esta webcam empresarial dispone también de Logi Tune, una utilísima app para escritorio que nos permitirá agilizar el proceso y ajustar distintos parámetros de interés para conseguir siempre la imagen más profesional posible. Tanto si se trata de calibrar el contraste o la saturación como ajustar el zoom, siempre con un menú que apenas interfiere en la pantalla. Sin duda, una webcam que conseguirá duplicar la fiabilidad de nuestro negocio reforzando su imagen corporativa.

CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.
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