Uno de los grandes desafíos cuando creamos nuestros emprendimientos, es encontrar una forma de dotar a nuestros equipos de trabajo con las herramientas que necesitan para lograr sus labores de forma eficiente. Triunfar en el mundo de los negocios es cada vez más complejo, con lo cual debemos apalancarnos en cualquier medio que esté en nuestro alcance para crear todas las condiciones necesarias para el éxito.
En el mundo digital en el que vivimos hoy, la infraestructura tecnológica pasa a ser en la mayor parte de los casos la columna vertebral de ese conjunto de herramientas que necesitamos. Sin embargo, en la medida en que más y más innovaciones aparecen en nuestras manos, no sólo luchamos para hacernos con todos estos dispositivos y utilizarlos de forma integrada, sino que debemos además mantener toda esta infraestructura vigente y lejos del área de obsolescencia. Desde móviles hasta ordenadores, hasta llegar al back-end de nuestras soluciones en la nube o en nuestros servidores, administrar y mantener de forma eficiente y segura todo este entramado no es sólo es retador desde el punto de vista técnico, sino también desde el punto de vista financiero.
Mantener nuestra infraestructura tecnológica debidamente actualizada y en una dimensión acorde con las necesidades de nuestra empresa es particularmente retador, en tanto las necesidades y tecnologías son cambiantes, y todo conlleva a inversiones nada despreciables de dinero. Estas grandes erogaciones pueden comprometer seriamente el flujo de caja de nuestras empresas y convertirse en activos que generan implicaciones fiscales, pero que realmente tienen escaso valor dada su rápida depreciación.
El Renting tecnológico surge entonces como una alternativa para dar acceso a las empresas a la tecnología más avanzada, ayudando a mitigar el impacto financiero de grandes inversiones, al convertir las erogaciones en cuotas repetitivas que pasan a ser contabilizados como un gasto de alquiler, simplificando así la contabilidad. Gracias al Renting, no se inmovilizan recursos de la empresa en bienes que necesitan una constante renovación, por lo cual promociona una mayor liquidez.
El concepto de Renting tecnológico tiene ya alguna historia. Inicialmente era utilizado por grandes empresas para tener acceso a la infraestructura de TI gruesa constituida por grandes servidores y discos de gran valor. Muchas veces esta figura era únicamente ofrecida por empresas que además administraban estas soluciones de TI de otras grandes compañías. Sin embargo, el extremo del usuario final era generalmente desatendido.
Hoy en día el Renting tecnológico está abarcando cada vez más dispositivos y se va haciendo cada vez más asequible para las empresas de menor tamaño, brindando así una gran alternativa a la hora de diseñar la estrategia de TI de nuestras empresas. Cada vez más compañías han migrado a esquemas más flexibles para lograr la disponibilidad de la tecnología que necesita, buscando pagar por lo que realmente se utiliza y en la medida en que se va haciendo necesario. De esta forma no sólo se evita el impacto financiero de una gran inversión, sino que también se minimizan erogaciones para equipos adicionales para atender fallas o nuevos ingresos, o las costosas compras de dispositivos al detalle.
Así como muchas empresas están migrando la mayor parte de sus necesidades de almacenamiento y procesamiento a la nube, tanto por la eficiencia tecnológica como por la económica, el Renting brinda soluciones adaptadas a todas las realidades. Empresas como MicroGestió ofrecen soluciones de Renting Evolutivo flexibles y adaptables a las necesidades cambiantes de los negocios, siendo capaces de cubrir las necesidades tecnológicas al proveer desde iPhones y iPads, hasta ordenadores Mac con sus periféricos. De esta forma, es posible dar una atención integral al parque tecnológico de nuestras empresas, haciendo frente a una manejable renta que no varía durante el periodo contractual y sin recargos adicionales por financiamiento.
Además de la flexibilidad y dinamismo que brinda este esquema para hacer disponible la tecnología que necesita nuestra empresa, al convertir lo que antes era una gran inversión en un servicio que se paga regularmente como la electricidad o la factura del servicio de Internet, las cuotas pagadas pueden ser deducibles de impuestos. Asimismo, al no ser una inversión que deba cubrirse con endeudamiento, puede mejorarse la imagen financiera de la compañía útil a la hora de solicitar financiamiento bancario o atraer inversionistas, además de que nos permite tener una mayor liquidez. Finalmente, esta solución puede eliminar la ardua tarea de buscar qué hacer con los equipos depreciados, ya sea tratando de revenderlos o buscar la forma para su deposición final.
Antes de apresurarte en cerrar un costoso negocio para la compra de tu próximo grupo de equipos, considera siempre el Renting tecnológico como una alternativa antes de tomar tu decisión. De esta forma no solo podrás dar a tu equipo de trabajo lo último en tecnología, sino que tus finanzas también podrían mejorar de forma importante.
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CEO de Marketers Group. Agencia de marketing digital especializada en servicios de SEO, Publicidad digital y Business Analytics. Director del portal Tiempodenegocios.com. Formador in-company para empresas como Bayer, Roche, Evercom, Claró Partners entre otras.