Consejos básicos para escribir correos electrónicos en frío

Los correos electrónicos en frío (o cold emails) constituyen una herramienta de email marketing muy poderosa, sobre todo cuando se trata de una empresa emergente donde necesitamos nuevos clientes para hacer crecer el negocio.

Si bien un cold email es un correo electrónico no solicitado que es enviado a una determinada bandeja de entrada sin haberle contactado previamente ni que este lo haya pedido de alguna forma, existe una delgada línea que lo separa del temido –e incluso ilícito- spam.

Un correo electrónico en frío, por tanto, debe tratar de ser lo más personalizado posible y debe buscar captar la atención de quien lo recibe inmediatamente. Siempre debemos tener en cuenta que el objetivo debe ser el crear un vínculo con quien no se lo tiene y no en realizar una venta.

Sí, lo que estamos buscando a fin de cuentas es ampliar nuestra base de clientes, pero primero debemos hacer un acercamiento a la persona a la que escribimos e identificar algo en donde podamos agregar valor. De lo contrario, estaremos enviando otro correo electrónico oferta, uno que posiblemente será ignorado, borrado o marcado como spam.

Sobre el cómo hacer un correo electrónico en frío de forma apropiada se ha escrito bastante en Internet y, aunque pocos son los casos sustentados con datos sólidos, lo que es un hecho es que existe gran diversidad de opiniones en lo que respecta a cómo hacer nuestra campaña de captación de clientes a través de correos electrónicos fríos. Sin embargo, ten en cuenta los siguientes aspectos:

Escribe un asunto que capte la atención

Lo que coloques en el asunto o título de tu correo electrónico puede ser uno de los factores más importantes en lo que a cold emails se refiere. Lo que escribas en este pequeño espacio podría determinar si el correo electrónico es abierto o no, y si no pasas esta primera prueba, será irrelevante lo que hagas con el resto del correo electrónico.

Cada quien tiene su estilo y cada industria –e inclusive, cada receptor de nuestros correos electrónicos- tiene sus diferencias. Sin embargo, recuerda que estás buscando generar un vínculo persona-persona que podría llevarte a una relación comercial, por lo tanto, intenta en la medida de lo posible parecer como un particular iniciando una conversación y no como la más reciente campaña del departamento de marketing de una empresa. En consecuencia, evita hacer referencias directas a productos específicos y abstente de ofrecer descuentos de temporada si no quieres terminar en la bandeja de spam.

 Identifícate

Comunícale a tu potencial cliente quién eres, a qué empresa representas y cuál es tu cargo en esa organización. Tu cliente potencial quiere saber con quién trata y quiere evitar ser víctima de phishing o cualquier otra forma cosa turbia. De ser posible, siempre utiliza una cuenta de correo electrónico corporativa, y trata de mantener actualizado tu perfil de LinkedIn para que ellos puedan verificar la información que indicas en tu correo electrónico.

 Indica cuál es tu propósito

Si estás escribiendo un correo electrónico a alguien, es porque sospechas que puede tener la necesidad de algo que tu empresa puede ofrecerle. Explota esa necesidad que potencialmente existe para captar su atención y poder hacer notar dónde puedes agregar valor.

Una vez que hayas hecho ese breve diagnóstico de ese “dolor” o punto de crecimiento de tu cliente, explica cómo crees que podrías ayudarlo. Recuerda que estás tratando de darte a conocer y no tratando de cerrar una venta con este correo electrónico, con lo cual no desesperes con tratar de explicar todo en el primer acercamiento. Indica lo suficiente como para que el cliente sepa qué puedes hacer y de qué le sirve establecer una conversación contigo, pero no demasiado como para que piense dos veces en leer todo eso que has escrito o que se sienta como un correo electrónico netamente comercial.

 Busca siempre una respuesta por parte de tu potencial cliente

Necesitas saber si la persona a la que escribiste tiene algún interés en eso que puedes ofrecer y, mucho más, quieres ayudarlo a seguir paso a paso el camino hasta hacer la venta. Por lo tanto, evita simplemente darle un enlace a tu página web y esperar que con esto puedas conseguir crear un nuevo cliente. Debes mostrarle vías para que muestre su interés y puedas conducir tus esfuerzos en abordar a este cliente.

Puedes empezar dejando una pregunta breve que la persona pueda responder hasta consultándole si quisiese recibir más información sobre tu empresa y tu producto. Ofrece siempre la posibilidad de al menos una llamada telefónica breve en un plazo determinado (15 minutos en algún momento de la próxima semana, por ejemplo) donde puedas explicarle más, pero no limites a que ese sea el próximo paso. Algunos clientes preferirán continuar por correo electrónico antes de tener una llamada, pero si de una vez accede a tener una conversación, tendrás una oportunidad de oro en tu esfuerzo de ventas.

Recuerda ser breve, claro y conciso. Si la persona a la que envíes tu correo electrónico se encuentra con algo que parezca la nueva versión de El Quijote posiblemente lo dejará para otro momento, lo que puede ser equivalente a que no sea leído nunca.

Debes tener en mente también hacer seguimiento a tus correos electrónicos enviados. Puede que las personas a las que escribas no respondan a tu primer correo electrónico por muchas razones: falta de tiempo, estaba justo en un momento de un volumen alto de trabajo, le has pillado justo de vacaciones, entre otros. Sin embargo, un seguimiento semanal a tus correos electrónicos en frío enviados te ayudarán a tener más oportunidades de obtener una respuesta.

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